Tu felicidad no puede estar determinada por aquello que esta fuera de tu control.
Si esperas ser feliz cuando 'esto' o 'aquello' suceda, estas dejando que esa felicidad se te escape de las manos, dejándolo todo en manos de la fortuna o en función de unos resultados propuestos pero inciertos.
Es a partir de tus acciones, en presente continuo, que lograrás apreciar y disfrutar la felicidad tan asediada y deseada por el agitado mundo moderno.
Cuando actuamos, estamos iniciando el proceso de la felicidad. Nuestras acciones son en si mismas, las que nos brindan ese placer, mas allá de los resultados que ellas puedan generar. Como bien lo ha dicho James Clear 'ama el proceso, no el resultado'.
Si estableces tus acciones basadas en un sistema, amaras ese proceso y disfrutarás cada parte de ello, sin distraerte en la meta que, al fin y al cabo, aparecerá como resultado de tus acciones.
Ama el camino, disfrutalo con sus tropiezos y rectificaciones.
Sigue caminando. ¡Llegarás!
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